FENIXnews, Santiago - CHILE, (julio 20 del 2008). Uno de los silenciosos pilares de nuestra sociedad y de muchas personas, se encuentra en crisis.
Un conflicto que podría fortalecer o dividir a la masonería chilena, aflige a las cúpulas de esta institución. Para muchos “hermanos” el actual momento de La Gran Logia de Chile, es el más complejo, desde aquel 24 de mayo de 1862, cuando Juan de Dios Arlegui, creó la Constitución Masónica y su reglamento general.
El dolor que afecta al círculo más cercano a la Gran Logia, es analizado constantemente en el fuero interno de algunos miembros, principalmente los que poseen mayor grado. El motivo principal que genera estos ruidos en la masonería, es la incertidumbre que envuelve al actual gran maestro, Juan José Oyarzún y a su antecesor, Jorge Carvajal, quien por ocho años dirigió los destinos de esta prestigiosa institución.
La génesis.
Este gran torbellino se originó en una obra no perteneciente a la logia, pero con una fuerte influencia doctrinal, como es la Universidad La República.
Durante la gestión de Jorge Carvajal, quien oficiaba de gran maestro y rector de la casa de estudios, comenzó la cesación de pagos. A partir de julio de 2007 las remuneraciones de profesores y funcionarios comenzaron a atrasarse, mientras se acumulaban las deudas con bancos, instituciones previsionales y el Servicio de Impuestos Internos, las que hoy sobrepasan los 7.000 millones de pesos.
El conflicto estalló el 5 de septiembre, cuando Carvajal aún era rector, con una huelga de estudiantes. Prosiguió en octubre, con el nombramiento de un nuevo rector, y se acentuó en diciembre, cuando los profesores paralizaron las clases y exámenes, para reclamar por sus sueldos y honorarios impagos.
Este complicado trance vinculado a supuestos manejos irregulares, llevó al nuevo gran maestro, Juan José Oyarzún a expulsar a su gran amigo y antecesor, Jorge Carvajal. Ello aún genera un manto de amargura en muchos de sus “hermanos”. Queda una gran interrogante ¿Si la Universidad La República no pertenece a la masonería, por qué se desvinculó a Carvajal de la Logia?.
Nace la Universidad Esta obra educativa levantada por miembros de la institución, vio la luz luego del tercer Convento Masónico Nacional, que creó una comisión que analizaría la creación de una universidad laica, con estrechos lazos con la masonería. “A pesar de las creencias populares, la U. La República no pertenece a la Gran Logia, se organizó de forma separada, eso mismo pasó con el Colegio Concepción. En el caso de la Ulare, un grupo de hermanos se reunió, e incluso puso dinero de sus bolsillos.
La Gran Logia no hizo nada”, asegura el representante del gran maestro en nuestra zona, Alfonso Valenzuela. Es decir se comparte principios y postulados, sin embargo, a nivel jurídico son entidades separadas y autónomas.
En esta asamblea en particular, se presentó una moción, que señalaba la necesidad de contar con una alternativa vincular y directa con los estamentos del Humanismo Laico. “Como en toda iniciativa o propuesta, algunos estuvieron a favor y otros en contra, ahí fue donde un grupo de hermanos se reunió y creó la corporación en Santiago”, aclara Valenzuela. Esto también es parte del quehacer masónico, ya que desde la noche de su iniciación los integrantes de cada logia están llamados a realizar acciones en el mundo profano que permitan difundir el quehacer y postulados de esta entidad.
A principios de los 90, el gran maestro Marino Pizarro, manifestó que los lazos entre la casa de estudios y la Gran Logia, debían ser más fuertes. “En esta época se señaló que el líder de la masonería, debía tener una relación de patronazgo, pero como dentro de las logias, todos pensamos diferente, muchos no estuvieron de acuerdo”, manifiesta el delegado del gran maestro, quien se muestra sereno sobre el actual momento de la masonería y desmiente de plano una crisis. Esta postura explica por qué Jorge Carvajal llegó a ser rector de la Universidad.
El destierro del gran maestro.
Según miembros de la logia, la sede nacional de la masonería, ubicada en Santiago, recibió cobranzas judiciales del Banco de Chile porque fue usada, en el período de Carvajal, como “garantía ética” para financiar los déficit de la casa de estudios. Tras estas acusaciones, el Tribunal de la Gran Logia de Chile resolvió separar de la institución al gran maestro y ex rector de la Universidad La República, mientras se desarrolla una investigación para precisar la confusión que se habría provocado entre la universidad y el patrimonio de la masonería, como también de los profesores y funcionarios, procedió a expulsar a varios miembros de la junta directiva. “La Gran Logia de Chile, ante los daños producidos a los intereses económicos, la confianza y las proyecciones sociales de alumnos y familias, como también de los profesores y funcionarios, procedió a expulsar a varios miembros de la junta directiva y otros ejecutivos”, manifiesta el gran maestro Juan José Oyarzún.
La separación resuelta por el Tribunal estaría vinculada al hecho de que el gran maestro y rector de la Universidad La República desde 1994 a la fecha, avaló el préstamo bancario a la entidad educacional con propiedades pertenecientes a la Gran Logia, mientras ocupaba simultáneamente ambos cargos. Los límites entre la logia y la casa de estudios se desdibujaban.
“El gran maestro Oyarzún, de modo arbitrario y pasando por sobre el derecho elemental, de que toda persona para ser condenada tiene el derecho a conocer previamente los cargos, hacer su defensa y conocer su sentencia, sea favorable o no, me expulsa de la masonería”, señaló Jorge Carvajal.
» La Guerra de Maestros “Esta es una crisis entre personas. Acá hay una lucha que hace mal a la institución que tanto queremos”, comenta un miembro de la masonería.
Esta división entre dos pesos pesados de la logia, afecta sin duda, a los masones de mayor grado y a los que tienen una ligazón más cercana con los involucrados.
Pero esta batalla, también está escribiendo sus capítulos en los tribunales, ya que el abogado Héctor Salazar, en representación del ex rector de Universidad La República, Jorge Carvajal, interpuso una demanda por daños y perjuicios por 500 millones de pesos en contra del gran maestro Juan José Oyarzún. “El motivo de este libelo se debe a declaraciones hechas por el representante de la masonería, en las que presuntamente habría colocado en duda la probidad del otrora director de la casa de estudios superiores”, señaló el profesional.
Según la publicación Cambio 21, el gran maestro de la masonería, Juan José Oyarzún tiene que ser ubicado, en estos días, para ser notificado de la querella que interpuso en su contra el antecesor en el cargo, y su amigo por 46 años, Jorge Carvajal.
La Universidad respira Los peores capítulos del conflicto entre los dos grandes maestros, no han tenido una repercusión crítica en nuestra zona. Y aunque la Universidad La República, en su conjunto, estuvo bajo un manto de dudas, la representación local ha logrado hasta el momento salir airosa. “Dentro de las evaluaciones que hemos tenido, con el director de sede, en Chillán-San Carlos, la situación está totalmente normal, es más, esta sede se ha autofinanciado”, comenta el director de la carrera de Derecho, Hugo Fuentealba. La Universidad La República, puede ver la luz, ya que por estos días, los acreedores, de la casa de estudios, en su nivel central, estarían llegando a un acuerdo, con tal de salir del embrollo económico. “El director de la sede, Ricardo Bocaz, se encuentra en la capital, y de acuerdo a lo que me ha informado, pronto habrá buenas noticias”, asegura Fuentealba, quien confía plenamente en la recuperación de esta querida obra “indirectamente” masónica.
El dolor de San Carlos Nunca antes un venerable maestro de la logia sancarlina “David Benavente” había conversado con los medios de comunicación. Sin embargo, esta ocasión lo amerita.
La tensión que ha generado dentro de la masonería lo ocurrido con la Universidad La República no ha sido menor, pues en este caso se suma otro elemento: uno de los principales actores, Jorge Carvajal, es sancarlino.
“San Carlos ha tenido su propio calvario por así llamarlo, su propio dolor.
Hemos tenido que enfrentar la crisis como se debe hacer, con discreción, trabajo y mucha fraternidad”, sostiene Patricio Candia, la máxima autoridad de la masonería sancarlina.
Sin embargo, se siente que de este momento se saldrá fortalecido, sabiendo sí la dimensión de los sucesos: “Que yo recuerde en la historia de la masonería, ha sido quizás una de las crisis más complejas que hemos debido enfrentar. Se está trabajando desde el momento en que ocurrió y lo que va a quedar es el fortalecimiento de la institución y nuestras columnas”. Esto ha implicado una serie de decisiones, algunas de ellas tan drásticas como la salida de algunos integrantes: “Nuestra institución ha tomado las medidas que cree son las que corresponden a diferencia y quizás como ejemplo a la sociedad chilena, de que los problemas no se esconden. Podemos habernos equivocado, somos humanos, pero las decisiones se tomaron, las acciones se llevaron a efecto, y con dolor, pero había que hacerlo. Nosotros confiamos por una cuestión de respeto, de jerarquía y del principio de que el primero entre nuestros iguales es el que tiene el poder y la facultad de decidir”. Esto en referencia a las decisiones tomadas por el actual gran maestro, las que están contempladas en la constitución masónica.
La posibilidad de que estos hechos provoquen un resquebrajamiento de las relaciones al interior de la masonería es descartada de plano. “No se ha visto en absoluto un quiebre en nuestra institución. Hemos trabajado en forma absolutamente regular.
Cuando se escriba la historia de esta etapa de la masonería en Chile y en San Carlos, se va a descubrir que se trabajó con mucha unidad y con mucha fraternidad”. Sin embargo, es claro que los hechos han trascendido el espacio de discreción de los templos, llegando a la justicia, ante lo que se recalca la postura asumida por los líderes de la masonería en general: “Es un problema entre dos personas.
Jorge Carvajal demanda a Juan José Oyarzún. Ninguno demanda a ninguno o se defiende de ninguno en la calidad de los cargos que ocupan, Es un litigio absolutamente entre privados”.
Por otra parte, en cuanto a la situación de la casa de estudios en sí, que cuenta con una sede en San Carlos, donde se imparten las carreras de Kinesiología, Educación Física y Enfermería, una obra que precisamente impulsó el propio Carvajal en su tierra natal, se reconoce que se deben asumir acciones claras. “Nosotros como miembros de una institución jerarquizada tenemos que reflexionar del papel que nos cabe y colaborar en nuestra acción para ejecutar los lineamientos que el consejo de esta institución realiza, la decisiones que esta asamblea toma. Sin lugar a duda no podemos desprendernos de responsabilidades, y dentro de ellas, la primera, la más importante e irrenunciable son los alumnos”, precisa Patricio Candia.
Es innegable. Hay dolor, hay preocupación, hay inquietud, pero no se siente, al menos en Ñuble, que estos hechos resquebrajen a la institución masónica.
Sin duda, ha sido una crisis intensa, cuyos pasajes aún se están escribiendo. Por ello será la claridad del tiempo la que permitirá confirmar si los conflictos de una obra de inspiración masónica lograron alterar los cimientos de la institución inspiradora, que reserva sus principios en el silencio de la escuadra y el compás..
La Gran Logia del Norte de Colombia, lamenta tener que informar todos los QQ:. HH.. que el I:. P:. H:. Leonello Marthe Zapata, past Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo del Grado 33º del R:. E:. A:. A:. para Colombia ha pasado al O:. E:.
Fue un H:. ejemplar en su vida profana y Masónica. Un H:. de grandes virtudes, ejemplo para todos noosotros los Masones.
Como miembro de esta Gran Logia, supo sobrellevar los duros momentos de nuestros inicios, sacando adelante nuestra institucion.
Será velado en la funeraria Jardines del Recuerdo, el sepelio será en las instalaciones del Cementerio Universal de Barranquilla, para lo cual se ha previsto a las 9:00 A.M del día Domingo 19 de Julio, ceremonia fúnebre en las instalaciones de la Funeraria Universal en construcción.
LA HABANA, Cuba, 18 de julio (Reinaldo Cosano Alén, Sindical Press / www.cubanet.org) – Los masones cubanos están contentos. Hace unos días la enorme bola del mundo (la más grande y alta de Cuba), corona del Gran Templo Masónico, volvió a girar después de treinta años de inactividad.
El edificio, emblema de la masonería, se inauguró el 27 de febrero de 1955. El ingenio giratorio está construido de aluminio, es hueco y posee un eje central de cuatro pulgadas; ocupa 360 metros cuadrados, y lo remata el cuadrante y el compás, símbolos de la masonería mundial.
Nadie recuerda el año ni el día en que la esfera dejó de girar. Ahora, al transitar por la concurrida esquina Carlos III y Belascoaín, si se vuelve la vista al cielo, se verá girar la bola en lo alto.
Hace medio siglo, entre promesas y utopías, Cuba se detuvo, como suspendida en el tiempo y el espacio. Y así permanece, lejos del mundo que se mueve sin descanso.
El M:. R:. GRAN MAESTRO Patricio Caicedo Ríos y la M:.R:.G:.L:. de los AA:.LL:. y AA:. MM:. Del Ecuador tienen la inmensa dicha de COMUNICAR:
Que con fecha 9 de Julio del 2008 e:.v:. SE DIO EL PRIMER PASO y por ende el mas importante en 30 años, PARA LA UNIDAD MASONICA NACIONAL.
El apoteósico acto que tuvo como escenario la IGLESIA MUSEO DE LA CIUDAD, en la ciudad de Quito, con la presencia de quinientos masones de las dos Grandes Potencias, y fue abalizado con la asistencia y firma de apoyo de Ilustrísimos Hermanos pertenecientes y representantes de:
La SERENISIMA GRAN LOGIA NACIONAL DE COLOMBIA, con sede en CARTAGENA DE INDIAS, S:.G:.M:. HERNANDO OSORIO RICO, quien es, además, presidente de la ZONA IV DE LA CMI;
V:.H:. MANUEL MANRIQUE UGARTE, G:.M:. de la GRAN LOGIA DE LOS ANTIGUOS Y LIBRES ACEPTADOS MASONES DE LA REPUBLICA DEL PERU, que como todos sabemos fue esta POTENCIA Masónica la que, en el año 1921 e:.v:., concedió la Carta Patente a la G:.L:. del ECUADOR y, es el presidente de la ZONA VI de la CMI;
Q:. y R:.H:. GERMAN PINTO representante de la G:.L:. Simbólica de la República de Venezuela.
Q:. y R:.H:. ANTONIO KWIEK, representante de la G:.L:. de Sao Paulo para la Gran Logia del Ecuador.
Así como de un nutrido grupo de QQ:. y RR:.HH:. Past Grandes Maestros, Past Venerables Maestros, Venerables Maestros, AA:., CC:. Y MM:. de todos los rincones del país.
En un acto HISTORICO, sin parangón en la MASONERIA ECUATORIANA, que trasciende las fronteras patrias, los HERMANOS de las Potencias SE DIERON EL ABRAZO FRATERNO DE HIJOS DEL MISMO PADRE Y MADRE, que al cabo de 30 años se reencuentran.
No debemos olvidar el pasado fértil de la Masonería en Ecuador y recordar que el inicio de nuestra separación fue posturas antagónicas que HOY ya ni siquiera están claras.
No lo debemos olvidar, pero no para abrir viejas heridas o con oscuras intenciones, que han logrado – por treinta años – dividir e impedir el ANSIADO desarrollo de la Masonería Ecuatoriana como Institución.
Todas las voces jubilosas de los asistentes, se aunaron a las voces de los ausentes, que desde todo el Universo Masónico exaltaba el actuar de la MASONERIA ECUATORIANA.
En la Orden no hay cabida para las ambiciones y mezquindades personalistas, no debe existir el egoísmo, ni el calculo protervo del oportunista; esas aristas hirientes del mundo profano, de esa dimensión terrenal, que tenemos que eliminar con nuestras recta conducta masónica. Debemos estar sobre eso, trabajar y transcender como individuos y, como Institución.
Queridos Hermanos todos: me complace, sobre manera, informarlos de este acto donde ha primado el ORDEN, la FRATERNIDAD y la TOLERANCIA; para burilar y aplanar el camino de la unida masónica nacional.
En este memorable acto y firma, donde se respeta la individualidad de cada Potencia, donde no se vulnera ningún precepto constitucional, reglamentario ni de los ANTIGUOS LINDEROS NI USOS Y COSTUMBRES, sino que por lo contrario se fortifica el verdadero proceder masónico, se ha logrado demostrar al MUNDO que los ECUATORIANO, somos capaces de transcender, deponiendo actitudes y espacios en aras de la grandeza de la Orden.
Por eso querido HH:. los invito a mirar con optimismo el nuevo horizonte que se abierto a partir de esta fecha histórica y haciendo mías las siguientes palabras:
“LOS HERMANOS SEAN UNIDOS
ESA ES LEY PRIMERA
TENGAN UNION VERDADERA
EN CUALQUIER TIEMPO QUE SEA,
PORQUE SI ENTRE ELLOS PELEAN,
LOS DEBORAN LOS DE AFUERA”
De los poemas MARTIN FIERRO de nuestro
Hno:. José Hernández masón argentino
Fue maravilloso cuando juntos con los HH:. de la Respetable Gran Logia Equinoccial del Ecuador recitamos nuestro hermoso Salmo 133:
¡Cuan bueno y cuan agradable es que los Hermanos convivan en armonía!
Reciban todos mi T:.A:.F:.
M:.R:.H:. PATRICIO CAICEDO RIOS
Gran Maestro
M:.R:. G:.L:. de los AA:. LL: y AA:. MM:. del Ecuador
-.-
Se adjunta comunicacion oficial de lo acontecido en Ecuador el 09 de Julio
Hace ya mucho tiempo que vine a pensar en los motivos por los cuales la Masonería ha ido desvaneciéndose, decayendo en una especie de neblina extraña que lo cubre todo; esta neblina es, sin duda, al menos para mí, la falta de fraternidad dentro de la misma institución masónica. Deseo tratar este tema hoy, y para ello voy a desarrollar mi filosofía personal de una Masonería katólica—pero no en el sentido religioso, sino administrativo del término.
Para evitar confusos y sonrisas producto de la ignorancia, he de puntualizar lo siguiente: yo no estoy atendiendo al término religioso, a la connotación eclesiástico-religiosa del mismo, sino a su significado como palabra originaria griega: καθολικός. Katholikós significa "universal," precisamente lo que la Masonería debería de ser; precisamente, lo que la Masonería intentó desde un principio ser. Precisamente lo que la Masonería no es actualmente.
Los antiguos manuscritos masónicos, como el Manuscrito de Mathew Cooke (escrito alrededor del 1410-50 d.c.), expresan la idea religioso-universal haciendo gala de la religiosidad de la época. Esto no se debe a que las fundaciones o bases de la Masonería sean religiosas per se, y menos aún a que estas bases tengan un origen Católico—en el sentido de la Iglesia Católica. Esto se debe a un hecho bifurcado que hemos de tener siempre y en todo momento presente: en primer lugar, las bases de la Masonería ni son ni han sido jamás "religiosas," sino espirituales, y es en esta espiritualidad donde encontramos el sentido y direccionalidad del katholicismo masónico; en segundo lugar, cuando toda esta arenga de denotaciones religiosas fue escrita, la Santa Inquisición—entre otras entidades de censura—estaba muy en boga y no dudaba lo más mínimo en poner bajo la hoguera al más digno de todos los santos. Si reparamos en este segundo punto, y si meditamos y observamos la historia, veremos que no ha de sorprendernos el hecho de que la Masonería adoptaran un tono "religioso" con tal de evadir problemas serios con las autoridades eclesiásticas—lo cual, y aún así, fue infructuoso pues terminó siendo perseguida y aún lo es. Para entrar en la fraternidad se pedía que el iniciado tuviera fe en un principio universal, en un quid ignotum, una fuerza, un ser que se le vino a llamar Gran Arquitecto del Universo; venir a negar este principio significaba negar la Masonería misma. Empero, he de analizar este concepto que tanto quebradero de cabeza ha dado. Si leemos detenidamente, y si vemos las letras en su sentido original latino e inglés de la época, hay que concluir que el origen mismo de la Masonería es espiritual y no religioso. Por otro lado, el concepto de 'ateo' que hoy en día tenemos no es exactamente el mismo que existía ni en el siglo XV ni en el XVIII tampoco. El concepto de ateísmo se perfora y se dinamiza de un modo completamente distinto con la introducción del Comunismo y de la filosofía Marxista. El ateo del siglo XVIII, al igual que el ateo de cualquier siglo anterior, negaba no al principio rector universal, sino al Dios de la Iglesia—el mismo dios sobre el cual los Caballeros Templarios escupían. Desde el punto de vista teológico, no hay mayor interesado en Dios que el ateo mismo, quien investiga, lee, escribe, persigue y vive con el deseo colateral de ver a Dios. No puedo negar el hecho de la tremenda fuerza que la tradición bíblica ha tenido sobre la Masonería, pues se encuentran menciones sobre la Biblia por todas partes; sin embargo, el modo en que el Franc-masón percibía a las Sagradas Escrituras no era el mismo en que el clérigo de a pie lo hacía. El Masón está más cercano a la tradición alquímica, a la tradición del Zohar y de la cábala, a la interpretación alegórico-mística, que a la literalidad que el fundamentalismo cristiano ha construido. Ese fundamentalismo—que la Inquisición misma fomenta y que aún sigue y pervive en los Estados Unidos—es el que degrada a la Masonería por todo libro y toda web del internet, el mismo fundamentalismo que torturó a Cuestos y que en las entrañas de Estados Unidos está a la espera de un Jesús que va a venir montado en una nube a rescatarlos a todos.
El Manuscrito de Cooke, al igual que toda la tradición Medieval, apuntala el hecho de que la Masonería es la parte práctica de la Geometría, y que ambas son ya delineadas en la Biblia. Esto son actos simbólicos. Evidentemente, esto es una interpretación simbólica, un modo exegético de ver el origen de la Masonería ligado a un molde dependiente de la Torah judía. En ese sentido, la Masonería queda edificada bajo el simbolismo del Templo de Salomón, cuyas alegorías quedan ejemplificadas en las páginas del Antiguo Testamento. Tanto si la Masonería posee un origen Templario o un origen en el Templo del Rey Salomón no son preguntas ni pertinentes ni legítimas, puesto que jamás tendrán una respuesta válida. Lo pertinente y legítimo es ver qué significado posee la Masonería desde un principio, originalmente, y qué significado ha llegado a tener hoy en día. Si atendemos a esto veremos que el pelo se nos eriza y casi entramos en depresión. Pero criticar este aspecto sin antes ver el modo en que esto ha evolucionado, y el modo en que los mismos Masones han reaccionado es tarea inoportuna.
He comenzado mencionando el aspecto constitucional de la Fraternidad, y seguiré haciendo lo mismo con un único propósito: mostrar de lo que carecemos. Si vemos el modo en que las antiguas constituciones están dictadas, y el modo en que las "nuevas" constituciones de 1723 están escritas veremos una intrigante diferencia: el sector administrativo. A los autores de los escritos tales como el Manuscrito de Cooke (1410-50), el poema Regius (aprox. 940) y los Estatutos de Ratisbonne (1498) no les interesaban en lo más mínimo temas tan snobs como "la regularidad" o "irregularidad" masónica; tampoco les interesaba si una persona era creyente en Jesucristo o en Mahoma, como tampoco les interesaba el hecho de que la mujer fuera, o no fuera o llegare a ser masona. A estos autores lo que les interesaba era dejar constancia del origen místico de la Fraternidad masónica, y del modo en que los artesanos y los arquitectos habían contribuido a su transcendentalidad a lo largo de los siglos. Existen ciertos aspectos que no puede pedirse que el autor sea responsable por el modo en que ahora nos suena a nosotros, como por ejemplo cuando el autor del Manuscrito de Halliwell (conocido como poema Regius) nos dice que no ha de iniciarse en la Masonería nadie que tenga un defecto físico, como un cojo, o un manco; pues bien, este simple dictado fue incorporado por las mentes "ilustradas" inglesas en el siglo XVIII sin pararse ni siquiera a ver el sentido de tal prorrogativa. El sentido es bien simple: la Masonería que estos antiguos autores nos están proporcionando es una Masonería material u operativa, es decir, se trata de albañiles que construyen catedrales, por lo tanto: ¿qué clase de persona va a contratar o "iniciar" en el gremio a un individuo que le falta una mano, o que tiene una pronunciada cojera que le impide acarrear piedras? ¿Quién en el siglo XI, XII, XIII, XIV, XV, XVI iba a contratar o "iniciar" en el gremio a una mujer, a una muchacha para que levantara bigas de mármol, columnas, voluminosas piedras? Todos estos simples inconvenientes hay que verlos y analizarlos teniendo en cuenta el contexto en que esto fue escrito y, el contexto que implica. El paso que se dio en el siglo XVIII desde la Masonería operativa a la Masonería ridículamente llamada 'especulativa' fue traumático, doloroso y repleto de vergüenza. Digo esto porque los primeros Masones ingleses poseen ya el germen del snobismo que actualmente se respira. Ha sido como un cáncer que ha ido evolucionando a lo largo de los siglos hasta que ha supurado por las páginas masónicas de la historia.
Escudo de armas de La Antigua Gran Logia de Inglaterra fundada en 1751.
Cuando se fijan las constituciones de 1723, su autor, el hermano James Anderson (1680-1739), intenta fomentar la idea de una Masonería "universal" pero bajo bandera inglesa; no teniendo ni tan siquiera en cuenta que el término "masón" y "francmasón" ¡son franceses! Tal acto de chauvinismo es imperdonable, pero más imperdonable aún es que la Gran Logia Unida de Inglaterra haya conservado en un formol moralista-barato la estructura original de este tremendo fallo llamado "regularidad." Si la regularidad existe en realidad, entonces, y sólo entonces, ha de ser re-formulada, re-visada, re-modelada y re-investigada. Este proceso es a lo que yo denomino el acto de re-cuperación masónica, que mientras Inglaterra siga respirando bajo los tenues vapores de un éter ponzoñoso, jamás se llegará a recoger flores en este campo de espigas. Una vez más repito: yo soy masón regular de la tradición regular de la Unida Gran Logia de Inglaterra, y no por ello voy a permitir que mis otros hermanos masones sean menoscabados o discriminados sencillamente porque no tienen ideas religiosas o porque aceptan mujeres entre sus columnas: esto ha de acabar algún día. Inglaterra ha de crecer, ha de madurar, y ha de salir de ese estadío de pubertad en el cual ha estado viviendo desde los pasados trescientos años. El volumen de la Ley Sagrada, la no discusión de política o religión dentro de la logia, y la aceptación de solamente hombres, esto, hermanos míos, esto no hace a la Masonería: eso lo único que fabrica es un circo, y como en todo circo, se necesitan payasos. La Masonería no es palabrería barata ni politiqueo cochambroso; el Templo de Salomón es mucho más excelso y limpio que todo eso. La Masonería no es tampoco un asunto sexista, ni menos aún teológico. Cuando el hermano Anderson, que a todo esto, era cura predicador presbiteriano, decide construir un fondo religioso-cristiano a la Masonería, lo que está haciendo es fabricar un arma de doble filo con veneno en la punta. Ahora, ¿hemos de pedir, pues sería tradicional, que todo iniciado en la Masonería acepte la fe de la Iglesia Presbiteriana de Inglaterra? Obviamente no. El hermano Anderson no demuestra ser un fanático, pero si demuestra el poseer la ignorancia y la ingenuidad del despiste. El nos dice que lo esencial en la Masonería es la ley moral, y que esta ley recibe la tradición de Noé, y que por ello él piensa que los masones son noequitas, es decir, gente que acepta la voluntad divina y actúa entre la escuadra y el compás. Todo esto es fantástico, pero él se olvida de un aspecto mucho más importante: ¿quién define la ley moral? ¿La iglesia? ¿Las convicciones políticas? ¿Los ideales religiosos? ¿La tradición social de un país? ¿El siglo o la época en que uno vive? O quizá, ¿de todo un poco? Al verdadero masón se le ve por su ley moral, y esta ley moral no son sino los signos, toques y palabras. Pero estos signos, estos toques y estas palabras no provienen de un mono ni de un dromedario tampoco, sino de seres humanos que poseen un lenguaje, un comportamiento y una i d e o l o g í a—que es la más mortífera de todas las armas. ¿Qué toques, qué signos y qué palabras hemos de aducir y deducir tras mirar el modo en que los masones actuales se tratan los unos con los otros? Que cada cual conteste a esta pregunta.
Ahora, el hermano Dermott en el año 1756 publica su Ahiman Rezon—verdadero libro de Masonería en mi opinión—donde nos dice que aquello que forma a un Masón es su comportamiento, el modo en que piensa y el modo en que trata a los demás—incluyendo sus Hermanos. Ocurrió que efectivamente el modo en que el hermano Anderson había diseñado la Fraternidad no era del gusto de todos, y tarde o temprano comenzaron a salirle las goteras al templo. El H:. Anderson no fue, por supuesto, el único responsable de esto, sino que la formación de la "moderna" Gran Logia de Inglaterra fue asunto de varios hermanos, que aún apuntando a lo mejor con las mejores de las intenciones, no siempre fue visto con igual armonía por el resto de los masones—especialmente los irlandeses. Entre estos masones estaba el H:. Lawrence Dermott (1720-1791), quien en 1751 constituye otra gran logia "distinta" llamada La Antigua Gran Logia de Inglaterra. Esta "nueva" logia no surgió de la noche al día, ni tampoco de modo gratuito. En esencia el modo en que Anderson ve el edificio masónico es exactamente el mismo en que lo ve Dermott, sin embargo, ocurrieron vitales diferencias en el modo en que Dermott diseñó su programa. En mi opinión, el hermano Dermott tenía una visión mucho más profunda de la Masonería, tanto especulativa como material u operativa, pero adolece del universalismo o katholicismo que yo propongo. En este punto he de añadir lo siguiente: Dermott da la oportunidad a que un katholicismo nazca del seno de la Masonería, pero adolece, al mismo tiempo, de la fuerza y de los medios necesarios para producirlo. Yo tampoco tengo esos medios, pero si tengo frente a mi vista trescientos años de desastre-administrativo dentro de las logias masónicas que ni el hermano Anderson ni el hermano Dermott pudieron contemplar.
Ciertamente la gran logia que Dermott establece es posterior a la gran logia que el hermano Desaguiliers (que también era predicador), el H:. Anderson, etc., fundan en 1717; pero ese no es el estricto problema. El problema es dicotiledóneo: la gran logia que se había formado en 1717 concebía el trasfondo administrativo de un modo radicalmente distinto a aquel en que la gran logia fundada por Dermott en 1751 lo hacía. Y este, en otros, punto es el que el H:. Dermott desarrolla en su libro Ahiman Rezon con el propósito de ofrecer una visión más kathólica de la Masonería. Este libro ha sido conocido como "antiguos cargos" o "antiguas obligaciones," en contraposición a las nuevas expuestas por James Anderson.
H:. John T. Desaguliers, Gran Maestro en 1719.
Tal y como Dermott dice en su título adicional, su libro está destinado a servir de ayuda al futuro hermano; pero esta ayuda está delineada haciendo comparación del modo en que la gran logia del H:. Anderson entiende las cosas y el modo que la suya lo hace. Este modo no es sino comparar como el proceso administrativo y el protocolo son entendidos por ambas partes. Se discute el modo protocolar en que se constituye una logia, su mecanismo interno, y su administración: pero no se fundamenta con solidez suficiente un katholicismo masónico. Lo gracioso del asunto, hablando de estas diferencias chauvinistas, es que el H:. Desaguliers era francés de nacimiento, mientras que el H:. Anderson era escocés. Suena casi a risa sardónica el pensar que la 'moderna' y chauvinista Gran Logia de Inglaterra fue fundada por dos personas que no eran ingleses de nacimiento.
¿Qué ocurre cuando una Fraternidad este tipo crece, se desarrolla, se expande por territorios desconocidos, lejanos, diferentes? ¿Qué pasa cuando la numerosidad de individuos en una organización como esta crece desmesuradamente? ¿Qué le ocurre a la ley moral y la relación de esta ley moral para-con otros hermanos que también poseen sus sentimientos y sus necesidades al igual que nosotros? ¿Se supone que la Masonería y sus masones han de convertirse, como lo han hecho, en un cúmulo de trozos de hielo con mandiles sin más interés que militar en la organización más antigua del mundo con el único fin de sentirse mejor acerca de sí mismos y de poder jactarse de ser mejores personas que los profanos de la calle? ¿Puede un hermano masón moverse libre y cómodamente y relajadamente y sin preocupaciones por el mundo teniendo la convicción moral y administrativa que sus hermanos van a ayudarle y ofrecerle aquello que necesite en sus momentos de desdicha o de necesidad humana?
Yo sé la respuesta a todas estas preguntas, y la respuesta no es una opinión sino un hecho; y todos mis hermanos también saben esa respuesta, pero tal vez tienen miedo, o carecen del valor suficiente como para gritar la Verdad; y la Verdad es que el estado actual de la Masonería es el mismo que el de un circo de entretenimiento. La Verdad es que no podemos confiar en nuestros hermanos porque son fariseos con lenguas de doble contorno. La Verdad es que la Masonería ha echado ya su solicitud para el exterminio, para pudrirse entre los escombros que los mismos masones han ido acumulando. Pero esa "masonería" que tiene ya el cáncer óseo y destinada a morir, es la "masonería" que Inglaterra y Francia han construido con sus desprecios y sus posturas inmaduras e infantiles. La Masonería del Sublime Templo del Rey Salomón, esa, hermanos míos, esa jamás morirá. Pero esa Masonería es una idea, un símbolo que llevamos en nuestra alma; la otra masonería es la que tenemos fuera de nosotros, la que hemos decidido construir y fomentar y aniquilar. Hemos nutrido esa masonería como al cerdo que se le cría y luego se le espera para la hora de su sacrificio. Y los señores, o "hermanos," que han hecho de la masonería un matadero especulativo se sienten orgullosos de ello, y se jactan de ser "regulares" o "irregulares" o "afrancesados," o cualquiera denominación de origen que queramos ponerle al cerdo que está destinado a morir. Todo esto, como cualquier mal, tiene su solución, pero la solución no sucede mágicamente, ni tampoco llueve del cielo o puede comprarse con monedas en la panadería de la esquina. La solución hay que trabajarla entre todos nosotros los masones del mundo; basta ya de tanta enemistad ridícula y barata, infantil, animalista, pasional y descaradamente insalubre. Una vez más: al masón no lo fabrica nadie, se fabrica a sí mismo y por sí mismo; es una tarea de años, a veces y, en la mayoría de los casos, interminable.
La solución es el katholicismo. Pero claro, el problema es que esta palabra asusta, y eso es bueno: es el primer paso al éxito. Nietzsche decía que sólo donde hay sepulcros hay resurrecciones: y Dios vive que es cierto. Propongo que la Masonería aprenda administrativamente de la institución Católico-Romana, del modo en que ésta a manejado sus asuntos, del modo en que ésta a sobrevivido a desdichas y a barbaridades: pues nadie ha cometido barbaridades más gordas que la misma Iglesia Católica. El katholicismo masónico no significa aceptar la fe religiosa católica ni mucho menos, sino significa el tener las bases administrativas de una organización lo suficientemente fuertes y sólidas como para que no se destruyan, y como para que contactando las sedes, las logias, los Grandes Maestres, el masón de a-pie pueda acceder a aquello que necesite, sea desde un puesto de trabajo, hasta un tratamiento médico, o la compra de una casa. Esto puede sonar rocambolesco, estúpido, pero tengo el convencimiento de que:
1—al que le suene así es porque tiene poca fe en sí mismo y en la Masonería.
2—porque piensa que es totalmente irrealizable porque él mismo sería incapaz de aportar nada y nunca tuvo nada que compartir.
Lo que propongo puede hacerse, y puede hacerse construyendo—para comenzar—Estados políticos exclusivamente masónicos, política masónica, educación masónica y sistemas sanitarios masónicos. Únicamente con un programa político masónico puede un país vivir en armonía y proporcionar a los masones aquello que necesiten. Pero la Masonería ha de adoptar, inescapablemente, el modelo administrativo que la Iglesia Católica ha tenido, puesto que el masón es un "hermano," es como un monje que perteneciendo a una orden ha de tener el derecho de ser acogido y ayudado cuando lo pida a la sede central o a sus superiores: esto, hermanos míos, todavía no ha sucedido. ¿Creéis que un individuo va a meterse a cura o a monje si va a tener el mismo tipo de beneficio de Roma que el que nosotros tenemos de nuestras grandes logias? ¿Quién compra una póliza de seguros para luego darse cuenta que sus bienes o u vida está completamente sin ayuda y sin garantías? ¿De qué sirve pagar un médico privado o un seguro médico privado para luego averiguar que uno no tiene ningún médico al que ver? ¿Para qué sirve pagar el seguro de un coche y luego descubrir que tras los devenires de la vida y teniendo un accidente el seguro no se hace cargo de nada? De nuevo, que cada cual conteste a estas preguntas… nosotros los masones del mundo también necesitamos nuestros "cardenales," "obispos" y "Papa." Sin una consistencia como esta somos como hojas secas expuestas al viento. ¿Podéis, hermanos míos, imaginaros una super-estructura como la que estoy describiendo auspiciada en el Templo Masónico de Salomón? Seríamos indestructibles y podríamos cambiar verdaderamente al mundo. Las guerras serían como un fantasma del pasado, y el diálogo y la comprensión inundarían las cortes. El desempleo decrecería, y la tolerancia hacia otros sexos, razas y religiones sería un hecho. Las escisiones nunca han traído nada bueno, por el contrario, son la semilla de la destrucción. Para construir un katholicismo masónico necesitamos primeramente edificar un canon, una ley que defina este canon, es decir, un sistema legal-universal aceptado absolutamente por todos los masones del mundo sin excepción; necesitamos una curia masónica que sea el esencial aparato administrativo de la Masonería kathólica y que sea capaz de diseñar un programa estratégico para llegar a solucionar problemas, para llegar ofrecer soluciones y alternativas para que la Masonería consiga su meta. La pertenencia al Gran Oriente, a las logias simbólicas, a las grandes logias, al Rito Escocés, o al rito de York o de Misraim, ha de ser considerado como la pertenencia a la orden franciscana, o benedictina, o salesiana, etc., por ejemplo. Hemos de pensar en ello como en ordenes masónicas. Necesitamos tener un ritual aceptado por todos y discutido por la curia. Las buenas noticias es que no necesitamos hablar en Latín…
Términos como "regularidad" e "irregularidad" han de ser extirpados de raíz; o se es masón o no se es—así de simple. Diferencias de sexo han de ser donadas a las asociaciones neofascistas. Diferencias teológicas para los ignorantes fundamentalistas y sus organizaciones racistas. Nosotros no podemos, no debemos, no se nos es permitido vivir en el mundo de lo profano. Si es así, ¿por qué como el perro volvemos a comer de nuestro propio vómito? Jamás he sido amigo de las logias mixtas, pues prefiero que las masonas tengan su propia logia, me siento menos invadido, y también, ciertos aspectos de desnudez en nuestros ritos no quedan tan obvios. Pero jamás he dicho, ni diré, que una mujer no ha de ser masón, o que la Masonería es "asunto de hombres." Decir esto es demostrar que un masón no es masón, sino ignorante; y para el sublime grado de la ignorancia no es necesaria iniciación alguna. Yo no propongo que el masón viva una vida monacal: eso ni tan siquiera se me ha pasado por la cabeza. Pero sí se me ha pasado que la Masonería tenga una estructura interna similar a la que Roma ha construido para sí misma. De ese modo el masón vivirá más seguro, y la Masonería podrá quedar instituida en la tierra.
La Masonería es pues una Orden iniciática y esotérica que se organiza territorialmente en Grandes Logias, como Grandes Orientes de ámbito estatal (en el sentido de un estado-nación, o de un estado dentro de una federación estatal - como en los EE.UU. por ejemplo, o de la comunidad autónoma de un estado, como en el caso de Escocia, etc.-). Tanto las Grandes Logias como los Grandes Orientes son también conocidos como Obediencias.
Desde el nacimiento de la Masonería moderna o especulativa, con la constitución de 1.717 de la Gran Logia de Londres – desde la secular Masonería operativa o antigua -, se estableció la costumbre del mutuo reconocimiento entre sí de aquellas Grandes Logias o Grandes Orientes que por cumplir con ciertas normas se reconocen mutuamente como Regulares, es decir, que siguen estrictamente las primitivas normas de la Orden.
En nuestros días para que una obediencia sea reconocida regular por las demás debe acreditar que cumple con los siguientes principios básicos:
1. Regularidad de origen: Toda Gran Logia deberá ser regularmente establecida por una Gran Logia reconocida o por tres o más Logias regularmente constituidas.
2. La creencia en el Gran Arquitecto del Universo y de su voluntad revelada, debe constituir una obligación esencial para sus miembros.
3. Todos los iniciados deberán jurar su obligación sobre el volumen de la Ley Sagrada, debidamente abierto, donde esté la revelación de lo anteriormente citado, de conformidad con la conciencia particular de la persona que sea iniciada, pudiendo ser dicho Volumen de la Ley Sagrada, la Biblia, La Torá, el Corán, etc. dependiendo de la fe que profese el iniciado.
4. Que sólo pueden ser miembros de la Gran Logia, así como de las Logias en particular, exclusivamente los varones y que la Gran Logia no tenga relaciones masónicas de ninguna clase, con cualquier tipo de Logias o cuerpos que admitan como miembros a personas de sexo femenino.
5. Que la Gran Logia debe de tener jurisdicción soberana sobre las Logias bajo su obediencia; que por tanto debe ser responsable, independiente y con gobierno propio, con la sola e indiscutible autoridad sobre los tres grados de aprendiz, compañero y maestro masón en toda su jurisdicción y no debe en ningún caso, estar sujeta a compartir dicha autoridad con un Supremo Consejo o con cualquier otro poder que reclame algún control o supervisión sobre estos grados.
6. Que las Tres Grandes Luces de la Masonería (el Volumen de la Ley Sagrada, la Escuadra y el Compás) deben estar presentes cuando la Gran Logia o sus miembros estén trabajando, siendo el principal de ellas el Volumen de la Ley Sagrada.
7. Que las discusiones sobre religión o política en las Logias, deben ser estrictamente prohibidas.
8. Que los antiguos Usos y Costumbres, así como los Landmarks de la Orden, deben ser estrictamente observados.
Habiendo sido aceptada por la mayor parte de las Grandes Logias Regulares del mundo, una Regla de doce puntos cuyo cumplimiento es exigido por todas ellas para obtener el reconocimiento como Obediencia Regular:
1. La Francmasonería es una Fraternidad iniciática, que tiene como fundamento tradicional, la creencia en un Principio Creador, el Gran Arquitecto del Universo.
2. La Francmasonería se basa en los "Antiguos Deberes" y en los "Landmarks" de la Fraternidad, especialmente en cuanto al absoluto respeto de las tradiciones específicas de la Orden, esenciales para la Regularidad de la Obediencia.
3. La Francmasonería es una Orden en a la cual no se pueden pertenecer más que los hombres libres y respetables, que se comprometan a poner en práctica un ideal de Paz, Amor y Fraternidad.
4. La Francmasonería tiene como objeto el perfeccionamiento moral de sus miembros, así como el de toda la humanidad.
5. La Francmasonería impone a todos sus miembros la práctica exacta y escrupulosa de los rituales y simbolismos, como modo de acceso al Conocimiento por vías espirituales e iniciáticas, que le son propias.
6. La Francmasonería impone a todos sus miembros el respeto a las opiniones y creencias de cada uno. Prohíbe en su seno toda discusión o controversia religiosa o política. Así se constituye en centro permanente de Unión Fraternal, donde reina una comprensión tolerante y una fructífera armonía entre los hombres, los cuales, sin ella, hubieran permanecido extraños los unos a los otros.
7. Los Francmasones toman sus obligaciones sobre un Volumen de la Ley Sagrada, con el fin de dar al juramento o promesa prestados sobre el mismo, carácter solemne y sagrado indispensable para se perennidad.
8. Los Francmasones se reúnen, fuera del mundo profano, en Logias donde deben estar siempre presentes las Tres Grandes Luces de la Orden : un libro de la Ley Sagrada, una Escuadra y un Compás, para trabajar según el rito, con celo y asiduidad, conforme a los principios y reglas prescritas por la Constitución, Estatutos y Reglamentos Generales de la Obediencia.
9. Los Francmasones no deben admitir en sus Logias más que hombres, de reputación perfecta, personas de honor, leales y discretos, dignos bajo todo punto de vista de ser hermanos y aptos para reconocer los límites del dominio del hombre y el infinito poder Eterno.
10. Los Francmasones cultivan en sus Logias el amor a la patria, el acatamiento de las Leyes y el respeto a las Autoridades legalmente constituidas y consideran el trabajo como el Deber primordial del ser humano y lo honran en todas sus formas.
11. Los Francmasones contribuyen, por el ejemplo activo de su sabio y digno comportamiento, al esplendor de la Orden, dentro del respeto al secreto masónico.
12. Los Francmasones se deben mutuamente ayuda y protección fraternales, aún en caso de peligro de su propia vida. Practican el arte de conservar, en toda circunstancia, la calma y el equilibrio indispensables para una perfecta maestría de sí mismos.