YONAGUNI: ¿UN TEMPLO BAJO EL MAR?

Imagen del Monumento Yanaguni sumergido en el área de Okinawa, ¿construcción natural o artificial?

En el lecho del mar, en la región de Okinawa, duermen unas extrañas formaciones rocosas que habrían surgido alrededor del 8.000 a.C. Se las conoce como Monumento Yonaguini. Lo recto de sus lados han sugerido a algunos investigadores la posibilidad de que se trate de una construcción artificial. Robert Schoch, geólogo de la Universidad de Boston, ha buceado alrededor del misterioso monumento sumergido en varias ocasiones. En el artículo que presentamos en este momento de Mundo Mitico y Arqueologia, (y que procede la Revista Más allá de la Ciencia) se sugiere una hipótesis con la que concordamos: el Monumento Yonaguni sería una construcción natural; no sería entonces la creación de una antigua, misteriosa y sofisticada civilización. Sin embargo, esto no impide que una ancestral cultura haya visto en esta singular formación (que quizá no se hallaba sumergida entonces) un lugar sagrado, un santuario, escenario de remotos e irrecuperables ritos. Una idea especulativa fecunda sería que, tal vez, ante lo que hoy conocemos como el enigmático Monumento Yonaguni nació una idea esencial: la del templo de líneas regulares, lisas y rectilíneas. Este tipo de formas suelen no manifestarse en el mundo natural. Este tipo de pulcras líneas rectas constituye así una afloración sobrenatural, extraordinaria, sagrada, en el universo visible. Acaso en Yonaguni pudo iniciarse la imitación de un patrón de figuras rectilíneas que luego fue paradigmático en la historia de la arquitectura sagrada, desde los zigurats babilónicos hasta las pirámides de rectos lados y lisas escalinatas de Perú, México o Egipto.


Quizá en el fondo de las aguas ahora descansa el inicio de la imagen del escalón y la línea como formas de ascenso hacia la cima de algún dios.


E. I


LA PIRÁMIDE DE YONAGUNI.

Por Robert Schoch


Durante décadas, escritores e investigadores han buscado qué hay de verdad tras el continente que Platón llamó Atlántida (y que se ha venido considerando-aunque no siempre-ubicado en el Mediterráneo o el Atlántico). Sin embargo, además de la Atlántida, otros mitos hablan de un segundo continente que se cree sumergido bajo el Océano Indico o en el Pacifico, y que muchos han denominado Mu o Lemuria.


Según una interpretación literal de la cronología platónica, la Atlántida fue destruida en un cataclismo hacia el 9600-9500 aC.; algunos se creen que la supuesta civilización de Mu es incluso más antigua. Hoy son pocas las personas que consideran que existen pruebas tangibles que revelan la existencia de una civilización perdida, sofisticada y muy antigua, que estuvo ubicada bajo el mar, en el área de Okinawa.


Veamos: hasta la fecha, todas las estructuras descubiertas en dicha área se encuentran en las costas de Okinawa y en varias islas del archipiélago Ryikui, en Japón. Pero la más espectacular de estas estructuras no fue descubierta hasta hace poco, y se encuentra en la costa sur de la isla Yonaguni, una pequeña isla japonesa (aproximadamente de 10 x 4 kilómetros) localizada al este de Taiwan y al oeste de las islas Ishijaki e Iriomote, al este del Mar de China.


El edificio más antiguo del mundo

En los últimos meses, la estructura sumergida ha sido aclamada como "el edificio más antiguo del mundo" (Barot, 1988). De hecho, posee la forma de un "zigurat" y geológicamente ha podido ser fechada alrededor del 8.000 a.C., lo que la convierte en uno de los mas importantes descubrimientos arqueológicos de los últimos 50 años. Para estudiar el lugar, he visitado Yonaguni en dos ocasiones diferentes (en septiembre de 1997, gracias a la invitación del empresario japonés Yasuo Watanabe, y durante el verano de 1998, como miembro del proyecto arqueológico submarino Equipo Atlantis). En cada uno de esos viajes realicé varias inmersiones en la zona para tratar de resolver este misterio. El llamado "Monumento Yonaguni", tiene superficialmente la apariencia de una plataforma o estructura parcial de pirámide escalonada, motivo por el que ha sido comparado con diversas estructuras piramidales y con algunos templos de América, tales como el antiguo Templo del Sol, cerca de Trujillo, en el norte de Perú.
El Monumento Yonaguni tiene una envergadura de unos 50 metros de largo en dirección este-Oeste, y unos 20 de ancho en dirección norte-sur. La parte superior de la estructura se encuentra a unos cinco metros bajo el nivel del mar, mientras que la base se encuentra a unos 25. Se trata, por tanto, de una estructura asimétrica formada por gigantescos peldaños de piedra en su cara sur, cuyo tamaño varía desde menos de medio metro a varios metros de altura.

Son muchas las personas que cuando ven fotografías del Monumento Yonaguni tienen de inmediato la impresión de que se trata de una estructura artificial, ya que la superficie de las rocas parece estar recubierta de piedra. Pero si estamos ante una estructura artificial, esto es, hecha por el hombre, es razonable asumir que fue construida o tallada no bajo el agua, sino en un momento en que esta zona estaba sobre el nivel del mar. De hecho, este área ha experimentado grandes subidas en los niveles del mar desde el Pleistoceno o Edad del Hielo. Pero ¿fue construida en esa época?

Según los gráficos que se han definido sobre las subidas del nivel del mar en la región, hace tan sólo entre unos 8.000 y 10000 años el Monumento Yonaguni pudo haber estado sobre el nivel local del mar. Por tanto, si el Monumento Yonaguni es una construcción humana, debería tener al menos 8.000 años de antigüedad.

¿Una estructura artificial?

El Dr. Masaaki Kimura, profesor del Departamento de Ciencias Físicas y Terrestres en la Universidad de Ryukyus, ha desarrollado un proyecto cartográfico submarino del Monumento Yonaguni. Durante mis viajes a Japón he tenido la oportunidad de entrevistarme varias veces con el, tanto en la zona de Yonaguni como en su oficina de Okinawa. Basándose en los resultados obtenidos durante las investigaciones, Kimura ha llegado a la conclusión de que el Monumento Yonaguni es, en su totalidad, una estructura artificial. Si efectivamente estuviera en lo cierto, Yonaguni constituiría el testimonio de una civilización hasta ahora desconocida, de muy temprano desarrollo y altamente sofisticada.

Pero una de las primeras cosas que averigüé fue que la estructura está enteramente -al menos hasta donde pude determinar- de roca sólida "viva", y que ninguna parte de la misma está construida por bloques que hayan sido colocados allí con posterioridad. Este es un punto muy importante, ya que la existencia de tallados indicaría la intervención de la mano del hombre en la estructura. Pero no he podido encontrar aún dicha evidencia.

Es más: durante mi dos inmersiones en septiembre de 1997, no fui capaz de determinar, ni siquiera de una manera general, el tipo de piedra que compone el Monumento. Esto se debió al hecho de que la superficie de las rocas está cubierta por organismos (algas, corales, esponjas, etc.) que ocultan las superficies reales, por lo que creo que esta cobertura tiende a hacer que las superficies del Monumento ofrezcan una apariencia más regular y homogénea de lo realmente son. Esto, en parte, aumenta la impresión de que debe tratarse de una estructura artificial.

En algunas de mis inmersiones posteriores dediqué algún tiempo a quitar esos organismos adheridos a la estructura raspando las rocas. El propósito fue obtener una visión de las superficies reales, y asimismo tomar muestras de roca que llevé a la superficie. El resultado de los análisis confirmaron que Yonaguni está compuesto predominantemente de areniscas y arcillas -que varían desde la textura media hasta la muy fina-, pertenecientes al Grupo Yaeyama del Mioceno Inferior y depositadas hace unos 20 millones de años.

Estas rocas contienen numerosos planos de estratificación paralelos y bien definidos, a lo largo de los cuales las capas se separan fácilmente. Las rocas de este grupo también están entrecruzadas por numerosas junturas y fracturas paralelas y verticales (respecto a los planos horizontales de estratificación de las rocas). No debemos olvidar, entonces, que el Monumento Yonaguni yace en una región propensa a los terremotos, y que éstos tienden a fracturar las rocas de manera regular.

También dediqué una buena cantidad de tiempo a recorrer la isla Yonaguni para examinar la geología local. Así pude averiguar que a lo largo de las costas sudeste y nordeste de la isla Yonaguni abundan las areniscas del Grupo Yaeyama, que pude examinar mientras se hallaban expuestas a las inclemencias meteorológicas y de erosión. Fue entonces cuando me convencí de que, actualmente, en la superficie, la acción natural de las olas y las mareas es la responsable de la erosión y eliminación de las areniscas, de tal manera que se conforman estructuras escalonadas regulares con aspecto de tenazas. Cuanto más comparaba las formas naturales originadas por la climatología en la costa actual de la isla, con las características estructurales del Monumento Yonaguni, más me convencía de que éste era de origen natural.

Sobre la superficie, también encontré depresiones y cavidades formadas de manera natural, que tienen exactamente las mismas formas que los supuestos "agujeros para postes" que algunos investigadores han detectado en el sumergido Monumento.

Mejorar la naturaleza

Para ser justo con el punto de vista del Dr. Kimura, debo señalar que él cree que algunas de las formas de la superficie, que yo interpreto como resultado natural de la erosión y la climatología, o bien han sido hechas por el hombre o bien fueron modificadas por seres humanos. Sin embargo, no pude encontrar ninguna prueba en la superficie (tales como marcas de herramientas sobre las rocas, o bloques tallados que hubieran sido desplazados) que, en mi opinión, ratificaran su condición de obra artificial.

No obstante, sólo he dispuesto de un periodo de tiempo muy corto para investigar la existencia de dicha prueba, y el hecho de que yo no la haya encontrado, no quiere decir que no exista.

Mi actual hipótesis de trabajo es que el Monumento Yonaguni es fundamentalmente natural; esto es, su estructura global es el resultado de procesos geológicos y geomorfológicos, motivo por el que creo que debería ser considerada una estructura no humana hasta que más pruebas que demuestren lo contrario.

No obstante, entiendo que éste es un caso que continúa abierto. El problema de su génesis -artificial vs natural- puede no ser una cuestión de todo o nada. También deberíamos considerar la posibilidad de que el Monumento Yonaguni sea fundamentalmente una estructura natural que fue utilizada, aumentada y modificada por humanos en la antigüedad. Incluso pudo haber sido una cantera de la cual se cortaron bloques de piedra utilizando los planos naturales de estratificación, unión y fractura de la roca, que después serían edificados y trasladados para edificar otras construcciones que desaparecieron hace mucho tiempo.

En la isla Yonaguni en todo el área de Okinawa parecen existir una antigua tradición que consiste en modificar, realzar y mejorar la naturaleza. En Yanaguni es posible encontrar tumbas antiguas (de edad desconocida, pero posiblemente milenarias) que pueden compararse a la arquitectura del Monumento Yonaguni.

Pero existe incluso otra prueba de algún tipo de trabajo humano sobre la piedra en Yonaguni. Salpicadas por toda la isla abundan una especie de "vasijas" de piedra aparentemente muy antiguas y que han sido talladas por el hombre. Estas piezas son de roca local, y no fueron ni fabricadas ni transportadas a la isla en tiempos modernos (en los últimos 500 años aproximadamente). Estas vasijas continúan siendo un misterio, igual que ocurre con Yonaguni y con otras estructurass sumergidas de las que se ha informado en el área de Okinawa.

Sobre la antigua y bellamente trabajada piedra de Yonaguni se han encontrado herramientas que podrían haber sido usadas tanto para modelar vasija como para modificar el Monumento. Pero eso es una especulación.

El sagrado Trópico de Cáncer

Personalmente creo el arte y la arquitectura de la zona pudieron haber sido influenciados por la geomorfología natural del Monumento y otras estructuras similares. Acaso nos hallamos ante una compleja interrelación entre naturaleza y artificialidad, entre formas naturales y estructuras hechas por el hombre en tiempos muy antiguos. Quizá, más que tratarse del trabajo de seres humanos per se, el Monumento Yonaguni influyó directamente en el arte y la arquitectura de los seres humanos hace entre 8.000 y 10.000 años, ayudando por tanto a iniciar una tradición estilística que continúa hasta hoy.

Durante los últimos años, el profesor Kimura ha suavizado su postura respecto a qué parte del Monumento Yonaguni ha sido hecho por el hombre" o es "artificial", y cuál es "natural". Más recientemente, Kimura se ha referido al Monumento y las estructuras relacionadas con él como Terraformed (terraformadas), lo que implica que puede tratarse de características geológcas naturales que han sido manipuladas o modificadas por manos humanas. También ésta es esencialmente mi propia conclusión, así que tal vez estemos convergiendo en nuestras opiniones sobre este misterio. Pero si existen evidencias de alguna modificación humana en una estructura natural de la costa de Yonaguni, ¿por qué estaba la gente de la antigüedad tan interesada en este punto en particular? Una posible respuesta es que hace 10.000 años Yonaguni estaba ubicada muy cerca del Trópico de Cáncer. Hoy día, el Trópico de Cáncer está localizado a 23 grados 27 minutos de latitud norte, mientras que la isla se ubica un grado completo más al norte. Sin embargo, la posición del Trópico de Cáncer ha variado a lo largo de los milenios, desde los 22 hasta los 24 grados, según un ciclo de 41.000 años. En torno al 8000 a.C. el Monumento Yonaguni estaba ubicado muy cerca del Trópico y era quizás el emplazamiento de un lugar sagrado alineado astronómicamente. En conclusión, aún no estoy absolutamente convencido de que se trate de una estructura artificial, aunque incluso si es primariamente de origen natural, pudo haber sido modificado por el hombre. En todo caso, sólo cabe ser moderado en nuestras conclusiones y admitir que nos encontramos apenas en las primeras etapas de estudio de una enigmática estructura que sin duda merece un examen más detallado. (*)


(*) Fuente: Robert Schoch, "La pirámide de Yonaguni. ¿Recuerdo de Mu?", publicado en Revista Más allá de la ciencia, número 123, Barcelona, 1999, pp. 20-25.

Publicado porEl Indoamericano en 10:27  

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